“No podemos forzar el contacto con los indígenas que viven en aislamiento. Si quieren o no solo les corresponde a ellos”, afirmó el doctor Neptalí Cueva Maza, consultor experto en PIACI.

Respecto al pronunciamiento del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado donde pide se contacte a los aislados del río Alto Madre de Dios, Cueva sostuvo que “cada institución tienen sus propios fines y la iglesia tiene la misión de acoger más almas”.

Si se los contacta habría que preguntarse quién se va hacer cargo de ellos, refirió.

Recordó que luego que los Nahua fueran contactados en la década del 80, la iglesia solo se hizo cargo de ellos durante unos meses y luego los abandonó.

Los que sobrevivieron al contacto ahora se encuentran en extrema pobreza, en estado mendicante y pidiendo apoyo de los programas sociales.

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