HISTORIA

El 17 de enero de 1982 se dio inicio al Primer Congreso de FENAMAD o Congreso Fundacional, en la comunidad indígena Boca Karene, con la presencia de los delegados de las comunidades de Diamante, Boca Inambari, San José, Puerto Luz, Shintuya, Pukiri y Vuelta Grande o Shiringayoc. FENAMAD se creó en una de las épocas más críticas de la historia de Madre de Dios, en que el alza del precio del oro generó una ola de migraciones de buscadores del metal precioso hacia nuestros territorios, desconociendo derechos ancestrales. El rechazo de nuestros pueblos frente a la invasión motivó el ensañamiento de mineros y de las propias autoridades de Madre de Dios en contra nuestra. Se produjeron entonces graves conflictos, la ambición por explotar el oro era incontrolable, los invasores enjuiciaban a nuestros líderes. En ese entonces una mínima parte de las comunidades había sido reconocida y no más de cuatro habían sido tituladas.

Tras abordar la grave problemática de las comunidades indígenas, durante el Congreso se vio la necesidad de crear una organización para, a través de ella, plantear demandas y propuestas en busca de alternativas de solución, así como para asumir la defensa y ejercicio pleno de los derechos, bajo un ideal colectivo de pueblos organizados. Fue entonces cuando se procedió a fundar FENAMAD, organización multiétnica representativa de los pueblos indígenas de Madre de Dios y expresión de sus intereses y demandas. La formalización de su creación se produjo en el año 1986, en que fue inscrita en los Registros Públicos de Madre de Dios.

El primer consejo directivo estuvo conformado por: Pedro Quique, presidente; Manuel Kameno Yorey, vicepresidente; Diego Bario, tesorero; Manuel Trigoso, secretario; y como vocales fueron elegidos Ezequiel Moqui, Marcos Pateachi, Francisco Vargas y Carlos Álvarez.

FENAMAD se planteó como objetivos: la defensa del territorio, velar por el respeto de todos los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, participar en la planificación y ejecución de planes de acción y proyectos que beneficien a sus afiliados; proporcionar asesoría individual y colectiva; informar sobre las disposiciones y medidas que el Estado y organismos privados adoptaran y que afectaran a las comunidades; promover el apoyo a la organización de las comunidades en base a la solidaridad y la eficacia; fomentar la ayuda mutua entre comunidades indígenas afiliadas, a fin de lograr objetivos comunes.

Otros temas y demandas tratadas en el Congreso Fundacional de FENAMAD sitio web fueron las siguientes: que el Ministerio de Agricultura otorgara títulos de propiedad a favor de los pueblos indígenas, los problemas de la población indígena con la policía forestal y los guardaparques que amenazaban decomisar armas de caza, enfermedades nuevas que atacaban a la población indígena como malaria, sarampión, fiebre amarilla; la falta de medicamentos en las postas; la necesidad de tener centros de educación secundaria en Puerto Luz, o de tener un lugar de alojamiento para los estudiantes en Puerto Maldonado; enfrentamientos de los comuneros de San José del Karene con mineros; necesidad reconocer como comunidad nativa, así como los territorios de los pueblos asentados en las riberas del río Madre de Dios y sus afluentes; problemas causados por los denuncios mineros otorgados a terceros en el territorio de la comunidad de Boca Inambari; la necesidad de mejorar el precio de los productos agrícolas, entre otros.

Durante los primeros diez años, después de la fundación de FENAMAD, los dirigentes tuvieron que afrontar los obstáculos y carencias propias de una organización que está en sus inicios. No contaban con recursos de infraestructura (una oficina), humanos, económicos, materiales ni logísticos para ejercer su rol, por lo que debían de ingeniarse o aprovechar la mínima oportunidad que se presentaba para desplazarse a las comunidades, dialogar con la población y canalizar sus propuestas. En muchas ocasiones, los dirigentes solventaron sus gastos de traslado a las comunidades con sus propios recursos económicos. Es importante señalar que durante sus primeros años, FENAMAD contó con el apoyo de la institución Centro Eori.

Asimismo, a medida que FENAMAD fue teniendo mayor presencia institucional en las comunidades, el número de afiliados se fue incrementando. De esta manera, de las ocho comunidades que la fundaron, hoy ha pasado a representar a las 31 comunidades indígenas existentes en Madre de Dios y también ha asumido la defensa de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial.

En términos de toma de decisiones y ejecución de planes de trabajo, se han establecido espacios que periódicamente (dos veces al año como mínimo), reúnen a los representantes de cada una de las comunidades indígenas miembros para tratar los problemas y propuestas y tomar decisiones en conjunto. Igualmente, se han desarrollado instrumentos de planificación y monitoreo de actividades, como el Plan de Vida al 2020 y los Planes Operativos Trienales y Anuales.

En la actualidad, la organización cuenta con un local propio, amplio y acondicionado de acuerdo a sus necesidades; cada oficina cuenta con el servicio de Internet y ya se inauguró la biblioteca especializada. Tiene una página web y acceso a las tecnologías de la red. Si bien tenemos que reconocer que nuestros planes operativos y proyectos institucionales vienen siendo ejecutados con el apoyo económico de la cooperación internacional, hemos iniciado un proceso de aportes propios, aprobado por nuestras bases, con miras a lograr el autosostenimiento de la organización.

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